En enero pasado fue publicada la ley que establece el uso obligatorio de la factura electrónica, junto a otros documentos tributarios como liquidación factura, notas de débito y crédito y factura de compra. Los plazos para adoptar este cambio, dependerán de los ingresos anuales por ventas servicios de cada empresa, así como de si su ubicación corresponde a una zona urbana o rural. No obstante, de aquí al 2017 todas las empresas deberán facturar en forma electrónica. Esto implica que alrededor de uno 500 mil contribuyentes debieran incorporarse al sistema.
Las primeras que lo harán son las grandes empresas, con ingresos anuales por ventas y servicios en el último año calendario superiores a las 100.000 UF (2.340 millones de pesos aproximadamente). En este caso hablamos de unos 7.500 contribuyentes, los cuales han de utilizar obligatoriamente la factura electrónica a partir del 1° de noviembre de este año.
En tanto, las pequeñas y medianas empresas, con ingresos superiores a 2.400 UF y menor o igual a 100.000 UF, tendrán la obligación de usar factura electrónica de aquí al 1° de agosto del 2015, si son empresas urbanas; y al 1° de febrero del 2016, si son rurales. Las microempresas serán las últimas en hacerlo de manera obligatoria, con plazos hasta febrero del 2017.