La contabilidad de costos consiste en un registro financiero detallado de los importes asociados a la producción y venta de bienes o servicios. Esta información proporciona la base de análisis para asignar los costes fijos y controlar los gastos.
Así, los directivos obtienen información valiosa para establecer el nivel máximo de beneficios y mantener la liquidez.
En este artículo, explicaremos los objetivos de la contabilidad de costos y cómo gestionarla correctamente.
¿Qué es la contabilidad de costos?
La contabilidad de costes es el proceso de registrar, clasificar, analizar, resumir y asignar los costes directos e indirectos asociados a un proceso.
Esta información se utiliza para determinar cuánto dinero se gastó en producir un bien o servicio, controlar las operaciones actuales y planificar el futuro.
Por ejemplo, supongamos que una compañía quiere decidir si fabricar o comprar un componente necesario para uno de sus productos. La contabilidad de costes puede proporcionar esta información recopilando el coste de los materiales, la mano de obra, los costes de almacenamiento, los gastos de envío, entre otros factores.
Objetivos de la contabilidad de costos
La contabilidad de costos es muy valiosa en las empresas, gracias a todo lo que aporta a la planificación financiera. Entre sus principales objetivos, tenemos:
- Asesorar a la dirección sobre cómo optimizar los procesos en función de la capacidad financiera.
- Ayudar a los directivos a identificar los productos más rentables.
- Identificar los costes asociados a la fabricación de productos, comparando los gastos reales con el presupuesto.
- Determinar cuántas unidades deben venderse para alcanzar el punto de equilibrio en la producción.
¿Cómo llevar una contabilidad de costos eficiente?
No hay duda de lo importante que es la contabilidad de costos. Por tanto, gestionarla con precisión hará una enorme diferencia en el rendimiento de la empresa. Estas prácticas nos ayudarán a llevar el proceso de manera efectiva.
1. Entender la diferencia entre costos fijos y variables
Por regla general, los costes variables aumentan a medida que aumenta el volumen de ventas, pero los fijos se mantienen. Comprender esta dinámica es clave para anticiparnos a fluctuaciones en los gastos.
Por ejemplo, si nuestra empresa vende más unidades, necesitará más materiales para fabricarlas. También es posible que tengamos que contratar más personal. Sin embargo, el alquiler no cambiará solo porque hayamos vendido más unidades este mes que el anterior, tampoco las primas de seguro.
2. Desarrollar inductores de costos
Los inductores de costes, también conocidos como cost drivers, son eventos que provocan directamente cambios en los costos a lo largo del tiempo. Si aumentamos el número de empleados de 10 a 15 personas, es probable que esto repercuta en la estructura general de costos, incluso si las ventas no aumentan, porque necesitaremos recursos adicionales de capacitación.
Una vez identificados, podemos controlar estos inductores y optimizar la contabilidad.
3. Utilizar un software
La contabilidad de costos implica recopilar un alto volumen de datos con exactitud y coherencia. Si hacemos todo manualmente, es probable que debamos invertir mucho tiempo. Además, existe el riesgo de cometer errores.
Un software hace que el proceso sea más fácil y rápido, aumentando la visibilidad financiera para que podamos entender cuánto dinero entra y sale de la empresa cada mes.
El software ERP de Defontana permite gestionar de manera centralizada la información de diferentes áreas de la empresa, agilizando los procesos contables y minimizando los errores. Así, podemos lograr una contabilidad de costos transparente que nos ayudará a tomar mejores decisiones.
