El término de una relación laboral es uno de los procesos más delicados en la gestión de personas. Requiere tacto, claridad y, sobre todo, una precisión absoluta en el paso final: el finiquito.
Una de las dudas más recurrentes que enfrentan las empresas es: cuál es el plazo para pagar un finiquito. Esta es una pregunta cuya respuesta es clave para cumplir con la ley y cerrar el ciclo laboral de forma respetuosa y profesional.
Manejar mal este proceso no solo puede dañar la reputación de la empresa, sino que también la expone a sanciones y problemas legales. Por ello, consideramos fundamental que toda compañía, sin importar su tamaño, domine los detalles de este documento, desde sus plazos hasta su cálculo.
La normativa chilena es muy clara respecto a los tiempos. Según el Código del Trabajo, una vez que termina la relación laboral, la empresa tiene dos escenarios posibles para el plazo para pago de finiquito:
Dentro de este período, el empleador debe redactar el documento y ponerlo a disposición del ex-colaborador, junto con el pago correspondiente.
Ejemplo: María trabajó durante 6 años en una empresa de servicios y fue despedida por necesidades de la empresa (Art. 161). Su último día de trabajo fue el martes 1 de julio.
Si la empresa firma el finiquito el mismo 1 de julio, entonces tiene hasta el martes 15 de julio (10 días hábiles) para pagarle.
Pero si el finiquito se firma más tarde, por ejemplo, el jueves 3 de julio, entonces el empleador tiene solo hasta el martes 8 de julio (3 días hábiles desde la firma) para cumplir con el pago.
Es importante entender que este es el tiempo máximo. No cumplir con el plazo para pago de finiquito puede ser interpretado como un incumplimiento de las obligaciones del empleador, lo que nos lleva directamente a las posibles consecuencias.
Otro punto que genera confusión es la composición del pago.
Para aclarar qué se paga en un finiquito de trabajo, debemos entender que no es una cifra única, sino la suma de varios conceptos que dependen de la situación contractual y la causal de término.
Generalmente, los componentes son:
En el caso de María (ejemplo anterior), su sueldo mensual era de $1.200.000.
Total a pagar en su finiquito: $8.840.000.
Entender bien qué se paga en un finiquito de trabajo es el primer paso para realizar un cálculo correcto y evitar disputas.
No cumplir con los plazos o equivocarse en los montos puede salir caro. La Dirección del Trabajo puede cursar una multa por no pago de finiquito o por errores en su confección. Las multas se calculan en UTM y varían según el tamaño de la empresa, pero el riesgo económico no termina ahí.
Un trabajador disconforme puede negarse a firmar y entablar una demanda, lo que puede dar como resultado en un proceso judicial costoso y en el pago de intereses sobre los montos adeudados.
Por ello, prevenir cualquier multa por no pago de finiquito y actuar con rigurosidad no es solo una buena práctica, es una estrategia de protección para el negocio.
Frente a esta complejidad, la tecnología ofrece una solución definitiva. Un software de gestión de personas, como el de Defontana, es ideal para automatizar este proceso, pues garantiza precisión y cumplimiento.
La plataforma conoce la legislación laboral del país y lleva a cabo los cálculos de forma automática. Al momento de generar un finiquito, el sistema:
En definitiva, el software de gestión de personas transforma un proceso riesgoso y estresante en un procedimiento estandarizado, seguro y eficiente.
Protege a la empresa de errores y posibles sanciones, y asegura que el término de la relación laboral se maneje con el profesionalismo que corresponde.