En febrero de 2020, se promulgó y publicó la Ley N.° 21.210 -más conocida como Ley de Modernización Tributaria, la cual apunta a optimizar procesos, incrementar la recaudación con base en los contribuyentes más acomodados y fomentar la inversión en el país.
De igual forma, uno de los principales objetivos de la normativa es mejorar los beneficios fiscales para las pequeñas y medianas empresas, con medidas importantes como:
Aunque no hay cifras oficiales del impacto específico de las medidas, es de suponer que han derivado en un alivio a la carga tributaria, especialmente porque la normativa supone el acceso a regímenes más económicos tanto para las empresas como para sus dueños, con un costo tributario final de hasta un 40%, más conveniente que el 44,45% al que puede llegar el régimen Semi Integrado.
En paralelo, vale la pena considerar los paquetes de medidas y beneficios tributarios a los que las pymes pudieron acceder para amortiguar el impacto de la crisis económica generada por la pandemia:
Sin duda, beneficios de altísimo valor para todo emprendimiento o empresa pequeña, especialmente porque suelen basas sus operaciones en flujos de efectivo, lo que se vio afectado por la falta de liquidez.
Uno de los objetivos principales de la Ley de Modernización era simplificar y digitalizar el sistema tributario. Para ello, se implementó la boleta electrónica obligatoria, adoptada ya por 562.620 empresas a nivel país, de acuerdo con el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Y aunque la micro y pequeña empresa tuvo que superar algunos desafíos para gestionar correctamente este documento tributario electrónico (DTE), al final significó un aporte importante a la digitalización de las pymes, mejorando la experiencia del cliente, así como la seguridad y la facilidad de acceso a los datos.
En la práctica, la reducción en la tasa de IDPC -especialmente la transitoria a 10% durante el período 2020-2022- representa una mayor carga impositiva para los propietarios del emprendimiento. Para soliviar el impacto en las finanzas personales, es recomendable realizar Pagos Provisionales Mensuales Voluntarios.
Por otra parte, la implementación de un nuevo sistema tributario siempre supone cambios y desafíos en la gestión completa.
En el caso del régimen Pro-Pyme, tenemos la opción de llevar contabilidad completa o simplificada, dependiendo de las necesidades de nuestra empresa y la planificación tributaria que hagamos, lo cual exige un análisis profundo de pros y contras al respecto.
Ahora bien, aunque se les permita llevar contabilidad simplificada, las pymes deben asegurarse de contar con información financiera certera, actualizada y organizada, pues solo así es posible tomar decisiones acertadas.
En Defontana lo sabemos, por eso creamos un ERP que te permite optimizar -e incluso automatizar- labores contables, facilitando el crecimiento de la empresa.
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