La aplicación del Plan Contable General Empresarial (PCGE) es una de las primeras cosas en las que debemos pensar cuando emprendemos un negocio.
En líneas generales, es un catálogo de cuentas que establece los principios, normas y procedimientos para el registro de la contabilidad y la generación de estados financieros.
Además de ser obligatorio a nivel nacional desde el 1 de enero de 2011, está completamente alineado con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y proporciona la información necesaria para el análisis del estado de las finanzas de las pymes y las grandes empresas.
Para implementarlo debemos seguir estos pasos:
El Plan Contable General Empresarial tiene un catálogo de cuentas desarrollado hasta un nivel de cinco dígitos, que responde a la siguiente estructura:
Debemos estudiar ese catálogo y seleccionar aquellas cuentas que nos permitan llevar una contabilidad lo suficientemente detallada para facilitar la divulgación de los hechos económicos de nuestra empresa.
Igual, el PCGE nos brinda la oportunidad de agregar dígitos adicionales en caso de que sea necesario agregar más detalle o especificidad a un registro. Por ejemplo, para señalar el uso de monedas extranjeras o transacciones en diferentes áreas geográficas.
Una vez determinamos las cuentas, subcuentas, divisionarias y subdivionarias que resultan relevantes para nuestra contabilidad, empezamos a realizar los asientos contables.
En este punto, es importante recordar que el PCGE opera sobre el principio de partida doble, que establece que toda operación económica afecta al menos dos cuentas, una incrementando su saldo y la otra disminuyéndolo.
En el punto 2.2. de Disposiciones Generales, el PCGE nos dice que “el registro contable no está supeditado a la existencia de un documento formal”.
No obstante, lo más recomendable es sustentar toda anotación con la mayor cantidad de documentación posible, incluidos los soportes generados a nivel interno de manera informal.
En el punto 2.4, el Plan Contable General Empresarial impone la obligación de conservar los libros, registros y soportes por el tiempo que sea necesario para el control y seguimiento de los hechos económicos.
Por lo tanto, debemos establecer las medidas pertinentes para resguardar la contabilidad original por al menos cinco años, siempre que contemos con las respectivas copias digitales.
Al final de cada período contable, preparamos los estados financieros en función de la información registrada y el formato establecido por el PCGE.
Recodemos que, en la parte final de la descripción y dinámica contable de cada cuenta, encontramos referencias a las NIIF, para que todo quede estandarizado según normativa internacional.
El marco proporcionado por el PCGE asegura el cumplimiento de las regulaciones contables y fiscales en Perú, lo cual nos ayuda a evitar sanciones de parte de las autoridades competentes. Además, garantiza la divulgación de información clara, comprensible, completa y comparable sobre las finanzas de las pymes.
Implementarlo es muy sencillo mediante un software contable para pymes, como el que viene incorporado en el ERP Defontana. Este proporciona un plan de cuentas completamente alineado con el PCGE y las NIIF, además, permite crear de forma automática los estados financieros.