Mediante un software ERP integramos en una sola plataforma los procesos administrativos del negocio (contabilidad, compras y ventas, inventarios, remuneraciones, etc.), automatizamos flujos de trabajo y centralizamos la información derivada de éstos.
Lo anterior mejora de diferentes formas la gestión de una empresa, ya que otorga una visión en tiempo real de las operaciones empresariales (mayor control), simplifica procesos, optimiza la colaboración entre equipos, aumenta la seguridad de los datos y brinda informes de alta precisión.
¿Cuáles son las consecuencias? La eliminación de sobrecostos, redundancias operativas y silos de información. De ahí la necesidad de implementar esta herramienta en el momento indicado.
¿Cuándo es el momento para adquirir un software ERP?
No hay una regla estricta sobre cuándo adoptar alguno de los diferentes tipos de ERP que encontramos en el mercado.
Sin embargo, hay varias señales que nos permiten deducir la necesidad y actuar a tiempo:
La empresa superó cierto número de trabajadores
Algunos indicadores sobre el momento de implementar la herramienta hablan de hacerlo cuando el negocio tiene más de 10 trabajadores, porque una nómina de ese tamaño es señal de que ya ejecuta una cantidad significativa de procesos que necesitan ser integrados para un mayor control.
La solución al respecto es el ERP. Chile, al tener una gran preponderancia de pequeñas empresas con plantillas de entre 10 y 49 trabajadores, es un país en el que la mayoría de negocios deberían pensar en implementar esta herramienta.
Gastamos bastante dinero en integración de software
Es probable que la empresa empiece a depender de múltiples integraciones de software para acceder a los datos entre departamentos.
Esto puede ser costoso, desgastante e indicativo de que necesitamos un sistema ERP para gestionar todas las áreas de negocio desde un solo sitio.
Los datos no se pueden organizar fácilmente
El uso de sistemas independientes deriva en información redundante, desactualizada, fragmentada y de difícil acceso y transferencia entre departamentos.
Es muy posible que este tipo de recursos retrase los flujos de trabajo y afecte la toma de decisiones, proceso que, por cierto, toma 36% menos en tiempo en las pequeñas empresas que cuentan con un sistema ERP, según cifras recopiladas por Finances Online.
Los departamentos no pueden trabajar juntos
Los silos de información y el trabajo independiente de cada uno de los departamentos, dificulta el establecimiento de un ambiente laboral colaborativo.
Señal inequívoca de que necesitamos alguno de los diferentes los diferentes tipos de ERP para centralizar la data de todas las áreas de negocio y favorezca la comunicación entre ellas y el trabajo en equipo.
Los clientes no están satisfechos del todo
Si llegamos al punto en que los datos de los clientes están repartidos entre diferentes aplicaciones, los equipos de ventas empiezan a tener problemas a la hora de satisfacer oportunamente las necesidades del cliente.
Hay ineficiencias en los procesos actuales
La falta de automatización reduce la productividad del negocio y obliga a invertir tiempo y recursos que podrían dedicarse a tareas de mayor redito para la empresa, disminuyendo así la rentabilidad.
Estos son algunos indicadores de que necesitamos un ERP. Sin embargo, lo ideal es no llegar a esos momentos y, previamente, realizar un análisis de los procesos, necesidades y objetivos comerciales de la empresa, con el fin de determinar la necesidad de implementar o no la herramienta.
En todo caso, Defontana ERP Chile, cuenta con planes a la medida de pequeñas, medianas y grandes empresas, facilitando la implementación en función de las necesidades específicas de cada negocio en un momento determinado. Además, te asesoramos con todo el análisis para la implementación y posterior puesta en marcha. Contáctanos.
