Más allá de los importantes ahorros en tiempo, espacio, procesos y horas hombre, la facturación electrónica se ha transformado en un estándar, la manera más inteligente de facturar.
En concreto, la factura electrónica es un documento digital legalmente válido como medio de respaldo de las operaciones comerciales entre contribuyentes y, por lo tanto, reemplaza a las facturas tradicionales de papel.
Así, el ser facturador electrónico habilita al contribuyente como emisor y receptor de Documentos Tributarios Electrónicos (DTE) como por ejemplo: factura electrónica, nota de crédito, nota de débito y guía de despacho, con todos los beneficios que lo digital puede tener, en términos económicos, rapidez, transparencia, almacenamiento y de gestión, entre otros.
La factura electrónica se realiza de manera muy sencilla, va firmada digitalmente por el emisor y su numeración es autorizada vía Internet por el SII. Además, puede ser impresa en papel normal, sin necesidad de tener un fondo impreso o timbrado. También, se puede consultar la validez del documento en la página web del SII.
