Mantener la salud financiera del negocio en sus mejores condiciones es una de las preocupaciones principales de todo empresario. Lograrlo implica una serie de estrategias, entre los cuales destaca el correcto equilibrio entre el flujo de caja económico y financiero.
Cuando lo consolidamos, tenemos mayores probabilidades de incrementar la liquidez y solvencia del negocio en un marco de rentabilidad y optimización de los recursos disponibles.
¿En qué consiste el equilibrio entre el flujo de caja financiero?
Se trata de mantener un balance saludable entre la generación de efectivo mediante las principales actividades del negocio y la gestión adecuada de las operaciones financieras, procurando la una continuidad del negocio sin problemas económicos en el futuro inmediato.
Para entender el asunto un poco mejor, vale la pena recordar en qué consiste cada concepto, las diferencias que guardan entre sí y su importancia en la salud financiera de una empresa.
¿Qué es el flujo de caja económico?
Se refiere al dinero generado por la empresa y utilizado en las operaciones regulares, así como para cubrir deudas y distribuir utilidades entre los accionistas.
Es de suma importancia porque ofrece una visión de la rentabilidad verdadera del negocio al considerar los costos e ingresos reales, incluyendo la depreciación y otros gastos no monetarios.
Dicho de otra manera, al analizar los componentes del flujo de caja económico, podemos determinar la capacidad de la empresa para producir dinero en efectivo mediante sus actividades principales y cubrir sus operaciones sin depender de financiamiento externo.
¿En qué consiste el flujo de caja financiero?
Es uno de los flujos de caja más importantes que existen.
Su relevancia radica en que se enfoca en las transacciones que involucran movimientos de efectivo reales, reflejando la liquidez de la empresa.
Como tal, abarca operaciones financieras más allá de las actividades centrales del negocio, como préstamos, inversiones, financiamiento pago de obligaciones crediticias, retiro de utilidades, etc.
Recomendaciones para mantener el equilibrio entre flujo de caja económico y financiero
Ahora que vamos dilucidando la importancia de evaluar los componentes del flujo de caja financiero y económico, así como de mantener un balance entre ellos, podemos presentar algunas recomendaciones para lograrlo:
Llevar un registro contable y financiero claro, preciso y actualizado.
Los presupuestos deben ser muy detallados y considerar tanto los ingresos y gastos de las operaciones diarias (flujo de caja económico) como los flujos de efectivo relacionados con operaciones financieras.
- Mantener un correcto equilibrio entre niveles de inventario y gestión de cuentas por cobrar.
- Negociar plazos y condiciones de pago con proveedores y clientes, con el fin de beneficiar el flujo de caja económico sin sobrecargar el financiero.
- Mantener un control estricto sobre los gastos operativos y financieros.
- Vender activos no imprescindibles para la actividad normal de la empresa, con el fin de optimizar la liquidez
- Diversificar las fuentes de financiamiento e impulsar la reinversión de utilidades.
- Realizar análisis regulares de los dos tipos de flujo de caja, con el fin de detectar desequilibrios o áreas de mejora.
Al final, la conciliación de ambos flujos es crucial para proporcionar una imagen completa de la capacidad de una empresa para generar valor y mantener la solvencia, alineando las operaciones económicas con la realidad financiera y asegurando la sostenibilidad a largo plazo de la organización.
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