Los tipos de depreciaciones en el flujo de caja

La mayoría de activos de nuestra empresa pierden valor con el tiempo, depreciación que reconocemos contablemente cada período hasta amortizar por completo y llegar a un importe igual a cero, o al valor residual determinado. Aunque no es un egreso en efectivo, sí influye en el flujo de caja, especialmente en el operativo.

Ten presente que el concepto de flujo de caja se refiere a un informe financiero que sistematiza los egresos e ingresos del ente económico en un período específico, siendo determinante para saber la capacidad de la empresa para solventar sus operaciones.

En la misma línea, también debemos considerar el concepto de flujo de caja operativo, centrado en las entradas y salidas de capital asociadas las operaciones comerciales del negocio y, como tal, considera la depreciación de los activos.

¿Cómo influye la depreciación en el flujo de caja? 

La depreciación se entiende como un gasto que reduce el valor de los activos utilizados en la operación en los libros contables, y lo cargamos tanto en el balance general como en los estados de resultados y de flujo de efectivo. 

Es decir, el impacto de la depreciación en el flujo de caja es indirecto, pues se carga como gasto y es deducible de impuestos, lo que finalmente termina incrementando el monto de los ingresos netos. 

Entendiendo que afecta directamente al flujo de caja operativo, es importante conocer la fórmula para calcularlo:

Flujo de caja operativo = EBIT (Beneficio antes de impuestos e intereses) + amortización (depreciación) – impuestos

El resultado final será un monto mayor de efectivo en el estado de flujo caja, pues la depreciación es devuelta al flujo de efectivo operativo.

¿Cómo calcular la depreciación en un flujo de caja?

Para realizar este procedimiento, lo primero que tienes que tener claro es cuáles son los tipos de depreciación, ya que cada uno de ellos implica un método de cálculo diferente. Veamos algunos de los más populares:

1. Depreciación lineal 

Supone una depreciación constante, con una alícuota periódica de pérdida de valor fija que opera en función de la vida útil estimada del activo.

La fórmula para calcularlo es:

Valor del activo / vida útil estimada

Para ejemplificar, pensemos en un camión cuyo costo fue de $ 100.000.000 y tiene una vida útil estimada de 7 años. Al realizar el cálculo, la depreciación anual sería de $14.285.714. 

2. Depreciación acelerada (método la suma de los dígitos del año)

El objetivo de este método es determinar una alícuota de depreciación más alta en los primeros años de vida útil del bien. La fórmula para calcularlo es: 

(Vida útil/suma dígitos) x valor del activo. 

La suma de los dígitos la calculas aplicando esta fórmula: (V*(V+1))/2, donde V se refiere a la vida útil del activo. Siguiendo el mismo ejemplo del método anterior, tendríamos: 

  • (7 x 8) / 2 = 28

Luego:

  • 7 / 28 = 0,25

En ese sentido, durante el primer año, la depreciación del activo será igual al 25% del valor del activo. Como estamos hablando de un camión de $100.000.000, la pérdida de valor para este período sería de $25.000.000. 

3. Depreciación por unidades de producción 

Similar al de la línea recta en lo que respecta a la distribución equitativa de depreciación. El proceso para calcularlo consiste en:

  • Dividir el valor del activo en la cantidad de unidades que puede producir a lo largo de su vida útil.
  • Multiplicar el número de unidades producidas en el período por el monto de depreciación de cada unidad.

Para ejemplificar, imaginemos una máquina para producir calcetines cuyo valor de compra fue de $50.000.000 y tiene capacidad para producir 20.000 unidades a lo largo de su vida útil. El cálculo es el siguiente: 

  • 50.000.000 / 20.000 = 2.500

Lo que es igual a decir que cada unidad producida tendrá un costo por depreciación igual a $2.500. 

Si en el primer año, el número de calcetines producidos fue de 3.000 unidades, tendríamos una depreciación de: 3.000 x 2.500 = $7.500.000. 

En línea con lo referente a cómo calcular la depreciación en un flujo de caja, tomamos los resultados de estas operaciones y los cargamos como gasto en el estado de flujo de efectivo. 

Ahora que sabemos cuáles son los tipos de depreciación y su incidencia en el flujo de efectivo, solo queda decir que los métodos a utilizar deben reflejar con alta precisión la pérdida de valor de los activos. 

Tengamos presente que, al final, uno de los objetivos principales de este proceso es llevar este valor al gasto para no distribuirlo como utilidad y, por lo tanto, contar con los recursos para reponerlos una vez llegan a su obsolescencia. 

Un ERP para la contabilidad de depreciaciones

Aplicar los métodos de depreciación y llevarlos al balance general, estados de resultados y flujo de efectivo implica una serie de asientos contables y cálculos que puedes simplificar fácilmente con un ERP con módulo de contabilidad, como Defontana.

Con Defontana, simplifica los procesos contables y elimina el riesgo de errores asociados a cálculos manuales, garantizando total precisión en los estados financieros y, con ello, potenciando la toma de decisiones.

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